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Karla y Magda son dos mujeres que han sido víctimas de fabricación de delitos, detención arbitraria, tortura y persecución política.
Ambas fueron detenidas el 14 de abril del 2022 en el desalojo de la Okupa Cuba, edificio que fue tomado por madres de víctimas y colectivas cansadas de la incompetencia de la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Durante el desalojo, Karla y Magda fueron golpeadas y las fotografías de sus rostros fueron expuestas en redes sociales y medios de comunicación.
La Fiscalía de la Ciudad de México fabricó el delito de posesión simple de marihuana para justificar su detención, a pesar de que el delito de posesión simple no es un delito grave, un juez de la Ciudad de México dictó a las jóvenes prisión preventiva oficiosa, un acto totalmente injustificado y violatorio a derechos humanos.
Después de 10 meses en prisión y 10 meses de movilizaciones por parte de familiares y la Comisión que se formó por su libertad, Karla y Magda fueron liberadas bajo medidas cautelares. A la par de su juicio, Karla y Magda han interpuesto denuncias en contra de los policías que fabricaron el delito en su contra.
Sin embargo, al mes de salir de prisión, la Comisión de Derechos Humanos interpuso una denuncia penal e contra de Karla y Magda por el delito de despojo a pesar de que ya recuperaron el edificio y pese a que se ha demostrado que ninguna formó parte de la toma. Hasta el día de hoy, la titular de CNDH, Rosario Piedra Ibarra, se ha negado a entrar al Mecanismo Alterno de Resolución de Conflictos negándose a encontrar una solución pacífica a esta situación.
Karla y Magda denunciaron que durante la detención arbitraria y durante el ingreso y primeras semanas en el centro penitenciario de Santa Martha Acatitla, fueron golpeadas, amenazadas, se les restringió el acceso a alimentos y agua, y se les obligó a permanecer en posiciones físicas incomodas por horas.
La denuncia de estos actos fue interpuesta en la Comisión de Derechos Humanos de la CDMX, meses después se realizó un Protocolo de Estambul el cual confirmó que ambas fueron víctimas de tortura.
Actualmente, Karla y Magda luchan para que la CDH CDMX emita un recomendación a la Policía de la Ciudad de México, y que se reconozca que los delitos en su contra fueron fabricados y las pruebas obtenidas resultado de los actos de tortura.
A pesar de haber pasado 10 meses en prisión, la Comisión Nacional de Derechos Humanos continúa presionando para que Karla y Magda regresen a prisión, buscando responsabilizarlas por la toma del edificio pese a que ambas habían llegado a la Okupa Cuba sólo unas semanas antes del operativo en busca de refugio.
Esta cacería política es totalmente inaceptable, sobre todo, que la institución supuestamente a cargo de proteger los derechos de las personas, incluyendo el derecho a la protesta, sea la responsable de que ambas continúen con la amenaza de regresar a prisión.
Exigimos que la CNDH cumpla con su responsabilidad y proteja a las miles de víctimas de este país en vez de perseguir políticamente a dos jóvenes.
Te invitamos a seguir las redes sociales de la Comisión por la Libertad de Karla y Magda y sumarte a las acciones en favor de su plena libertad.
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