El pasado 8 de marzo del 2023, miles de mujeres, adolescentes y niñas en todo el país, salieron a las calles para visibilizar la violencia que enfrentan todos los días; violencia económica, laboral, física, emocional, sexual, y feminicida.
Las marchas fueron desbordantes en la mayoría de los estados de México; en la Ciudad de México alrededor de 90 mil mujeres salieron a las calles, en Jalisco se contaron alrededor de 70 mil personas, en Querétaro 15 mil, en Guanajuato 20 mil, en Nuevo León alrededor de 10 mil persona; además, las marchas se extendieron fuera de las capitales de los distintos estados con eventos organizados en municipios fuera de las zonas céntricas de los 32 estados del país.
Sin embargo, distintos gobiernos estatales respondieron con actos de brutalidad policial, represión, y estigmatización a los actos de protesta realizados durante esta jornada.
Desde el Observatorio Memoria y Libertad, publicamos este reportaje con testimonios y evidencias de actos de represión y violaciones a derechos humanos en la Ciudad de México, durante la marcha del 8 de marzo del 2023, sin embargo, mencionamos que en las ciudades de Tlaxcala, Nuevo León y Puebla también se cometieron violaciones a derechos humanos inlcuyendo detenciones arbitrarias.
Resaltamos también que, los discursos de criminalización y estigmatización por parte de autoridades fomentan el odio social en contra de la mujer que ha contribuido a la crisis de 11 feminicidios diarios a nivel nacional.
Este reporte se suma a nuestro trabajo de documentación sobre violencia policial y estatal en contra de marchas y movimientos feministas. En enero del 2023 publicamos el reporte #Sin Policía Estamos Seguras : Brutalidad policial, robo y violencia durante el 25N el cual documentamos actos de brutalidad policial y delitos perpetrados por la policía de la Ciudad de México en la marcha del #25N, Día Internacional en contra de la violencia en contra de la mujer del 2022.
Como Observatorio independiente que busca el respeto a los derechos humanos de las personas, y la protección a activistas, defensoras de derechos humanos, y movimientos sociales, exigimos que los aparatos policiales de los distintos estados de México sean retirados de toda movilización y acto de protesta social, la presencia de los aparatos policiales tienen como unico fin inhibir los actos de protesta por medio de actos violentos, amenazas, y ataques físicos y psicológicos.
Exigimos a los tres niveles de gobierno de todo el país a detener todo discurso y política que estigmatiza la lucha de las mujeres, dejamos en claro que actos de protesta como son los cierres viales, la pinta de fachadas/monumentos no son actos que pongan en riesgo la integridad de otras personas, y por lo tanto, no justifican el actuar violento de los distintos aparatos policiales del país.
Ciudad de México
Durante la marcha en la Ciudad de México pudimos documentar actos de brutalidad policial que violan el derecho humano a la protesta, a la libertad de expresión, a la libertad de asociación, y a la integridad física.
Por medio de la documentación de campo, y testimonios recabados durante y después de la marcha, podemos señalar un modus operandi de la SSC CDMX, que viola el derecho a la protesta y causa daños físicos y psicológicos a las mujeres, adolescentes y niñas. Esta estrategia tiene como fin, el inhibir el deseo de las mujeres a ejercer su derecho a protestar y tomar las calles. El modus operandi se conforma de las siguientes acciones:
1.- Robo de pertenencias a jóvenes y adolescentes: el robo de pertenencias como mochilas se ha suscitado desde el 28 de septiembre del 2022, elementos policiales rodean a contingentes de manera espontánea robando mochilas como se puede apreciar en el video que incluimos.
Este actuar fue documentado durante el 25N del 2022 y también durante la marcha de este 8 de marzo del 2023. Este actuar no puede ser justificado por ninguna ley o protocolo actual y constituye un delito que debería ser investigado por instancias como la Fiscalía de la Ciudad de México.
2.- Ataques físico y encapsulamientos: los encapsulamientos y ataques físicos en contra de manifestantes se han vuelto selectivos y discriminatorios en las últimas marchas, es decir, los elementos policiales identifican a grupos de mujeres que, de acuerdo a su adiestramiento sin perspectiva de derechos humanos y sin perspectiva de género, representan una amenaza para las marchas.
Los grupos de mujeres que suelen ser atacadas son, en su mayoría, jóvenes, algunas vestidas de color negro o encapuchadas, y/o grupos que ejercen su derecho a la libre expresión por medio de iconoclasia, pegas y otro tipo de acciones similares. Durante la marcha del 8m, los encapsulamientos tenían como fin separar a los contingentes de mujeres o adolescentes vestidas de negro.
Este actuar policial viola los principios establecidos por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que establece que para que el uso de la fuerza se encuentre justificado, se deberán satisfacer los principios de legalidad, absoluta necesidad y proporcionalidad de proporcionalidad. El que una persona vista de negro o cubra su rostro no justifica una supuesta necesidad de que sea atacada por elementos policiales y mucho menos el separarle de la marcha.
Los encapsulamientos además, provocan caos y miedo entre las participantes quienes sufren de empujones y golpes al verse repentinamente rodeadas por decenas de policías que portan cascos, escudos y demás armamento; este actuar es totalmente desproporcional al actuar de las manifestantes.
La vestimenta de una mujer, no justifica que la policía pueda mermar su derecho a manifestarse y además, que afecten el derecho a manifestarse del resto de las mujeres, adolescentes y niñas en la marcha.
3.- Intimidación por elementos vestidos de civil: previo, durante, y después de la movilización, personas reportaron a nuestro Observatorio la presencia de elementos, en su mayoría hombres, vestidos de civil que portan radios y que toman fotografías a manifestantes.
Las mujeres que realizaron los reportes, expresaron sentirse intimidadas por su presencia y el temor a ser criminalizadas por asistir a la marcha como ya ha ocurrido en el pasado. Recordamos que en la Ciudad de México, y en otros estados como Querétaro y Jalisco, hay mujeres que enfrentan procesos penales o investigaciones por el simple hecho de protestar.
Testimonio
"El pasado 8 de marzo, la colectiva Resistencia feminista Magdalena Contreras nos encontrábamos a la 1 pm en Miguel Ángel de Quevedo para dirigirnos a la marcha por el día internacional de las mujeres. Al terminar de ingresar al vagón, exclusivo para mujeres, una mujer de aproximadamente 1.70- 1-80 de estatura, complexión robusta y vestida con una blusa morada, pantalón negro, mochila y gorra morada, se colocó en la puerta del vagón con los brazos extendidos, sujetándose de ambos barandales que dan a la puerta, nos gritó que para dónde íbamos.
Algunas compañeras nos volteamos a ver y una le respondió que hacía Hidalgo. Ella sacó su radio y le comunicó a alguien nuestro lugar de destino. Después nos dimos cuenta que no iba sola, en la otra puerta iban por lo menos otras dos policías vestidas de civil, una completamente de negro y otra con gorra, pantalón de mezclilla y chaleco azul. La mujer que nos increpó al inicio iba gritándoles a sus compañeras y diciéndoles que ya se bajaran, pues íbamos "tranquilas" y que mejor se fueran a Copilco, ante eso, sus compañeras contestaron que no y siguieron varias estaciones con nosotras.
Ante ésta situación, varias compañeras decidimos bajarnos una estación después para evitar confrontaciones ya que en nuestro contingente iban infancias y mujeres que era su primera marcha- Sin embargo, ellas se bajaron dos estaciones antes que la nuestra, pero ya habíamos dado aviso de que nos bajaremos en guerrero.
Después de eso, el contingente entró en desorganización y desconfianza con otras mujeres que se nos acercaban, ya que las policías iban con distintivos morados como si fueran a marchar.
Al finalizar la marcha yo me dirigía de nuevo a la línea 3, al transbordar, en la estación Hidalgo ví a las mismas mujeres con un grupo de policías y por lo que se notó les estaban dando indicaciones.”
Mujer que identifican como policía vestida de civil
4.- Uso indiscriminado de gas lacrimógeno y otro tipo de armas: llegando al zócalo de la Ciudad de México, las participantes de la marcha fueron atacadas por horas con gases de extintor, gases lacrimógenos, y otro tipo de armas como cuchillos y tubos al acercarse a las vallas que rodean la catedral y Palacio Nacional. Una mujer fue descalabrada al ser golpeada con un tubo en el rostro, varias otras mujeres sufrieron heridas en las muñecas y manos al ser golpeadas también con tubos.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha expresado que los Estados deben de evitar, a toda costa, utilizar todo tipo de armas y armamento como lo es el gas lacrimógeno, y en caso de hacerlo, se debe justificar por los principios de legalidad, absoluta necesidad y proporcionalidad.
El actuar del Gobierno de la Ciudad de México con respecto al uso del gas lacrimógeno, es totalmente violatorio al derecho humano a la protesta, ya que se utilizó de forma ilegal, injustificada, desproporcionada, e indiscriminada.
Es ilegal, ya que su uso no está permitido por leyes mexicanas. Es injustificado ya que, en ningún momento, las acciones de las mujeres y adolescentes frente a las vallas suponían un riesgo a la estabilidad del país o la seguridad de terceras personas, las vallas, además, están soldadas al piso y son casi imposibles de derribar. El lanzar gases extintores y gas lacrimógenos por horas hacia la plancha del zócalo era innecesario e injustificado.
El uso de gas lacrimógeno y de otros gases, además, constituye una violación al derecho a la integridad física y pone en riesgo la salud tanto de las mujeres y personas que se acercan a las vallas, como la salud de terceras personas que se ven afectadas por el uso indiscriminado de esta arma.
Así lo pudimos documentar durante el 8 de marzo, en los videos se aprecia como Marabunta, el ERUM y otras colectivas tuvieron que atender a mujeres, adolescentes, infancias, periodistas, y otras personas como comerciantes, afectadas por los efectos del gas lacrimógeno que los elementos policiales lanzaron desde detrás de las vallas. En los videos se aprecia cómo numerosas personas sufren de los efectos del gas el cual causa extremo ardor en el rostro, ojos, nariz, y garganta, y no permite la respiración normal por varios minutos.
Los efectos de este gas impactaron no solo a las mujeres y personas cercanas de las vallas, el ardor en la garganta y en los ojos podía ser sentido por personas que se encontraban en toda la plancha del zócalo capitalino.
Es preocupante que el Gobierno de la CDMX apruebe el uso de este gas pese a que está prohibido por la ley y aun cuando investigaciones internacionales como la de Amnistía Internacional han documentado que, el uso de gas lacrimógeno, puede afectar gravemente a infantes, mujeres embarazadas y personas de edad avanzada.
Esto sucedió después de la marcha del 8 de marzo, cuando pudimos obtener el testimonio de una mujer que asistió a la marcha con su hija; al regresar de la marcha, su hija de 4 años comenzó a tener problemas respiratorios teniendo que acudir al médico, la mujer nos comenta que al hablar con otras madres que asistieron a la marcha, relataron que sus hijos/hijas también habían tenido consecuencias a nivel respiratorio debido a haber sido expuestos a distintos gases utilizados por los aparatos policiales.
Pese a que el Gobierno de la Ciudad de México ha rechazado el uso de gas lacrimógeno, la evidencia recabada es irrefutable, ya que perfectamente se distingue el uso de gas extintor, el cual no provoca el nivel de reacción que el gas lacrimógeno provoca. Durante la marcha del 8 de marzo, decenas de personas se vieron afectadas al no poder respirar por minutos debido al uso de este gas.
En la investigación, el Negocio de la Represión, se documenta el testimonio de Miguel Barrera, fundador de Marabunta, explica que la organización de derechos humanos ha podido recabar bolsas de plástico con mecheros que contienen el gas lacrimógeno, esto con el fin de que la policía de la SSC CDMX no lance el gas en su contenedor original y de esta manera poder negar el uso de estar arma.
Nuestra exigencia es que el uso de esta arma debe ser investigada y castigada, ya que atenta contra la salud y los derechos humanos de todas las personas que son indiscriminadamente, ilegalmente, e ilegítimamente expuestas a gases tóxicos.
Testimonio
“Estábamos en la plancha a la mitad entre el asta y la calle, éramos varias mamás con nuestros hijos, de repente empieza a llegar humo, una chica me da un paliacate con agua, todo bien ese día, a la media noche, mi hija de 5 años empezó con tos, no pudo comer todo un día. La tuve que llevar al médico, y me dijo que era causado por el gas que respiró en la marcha, el médico estaba muy molesto de que el gobierno utilice estas cosas porque es muy peligroso. El gobierno insiste en que no lanzan nada, pero hable con varias mamás y varias comentaron que sus hijos tenían tos, mi hija tiene alergias y le pegó muy duro el efecto del gas.”
Receta médica en la que el doctor expone el daño bronquial a la menor de 5 años por tóxicos
Testimonio
“Una manifestante, apoyada por otras mujeres, intentó subirse a una de las vallas que resguardaban a la catedral, al lograr solo asomar la cabeza, fue recibida con una patada en la cara por parte de un elemento que se encontraba detrás del muro, al mismo tiempo que rociaban humo naranja, automáticamente la mujer cayó al suelo, la Brigada Humanitaria de Paz Marabunta auxiliaba a las manifestantes, no fue un caso aislado.
Posteriormente, la policía insistió en seguir llenando el Zócalo con gas pimienta, pero también había una gran nube entre verde, naranja y gris que se extendió, mujeres y niñas que se encontraban en la manifestación podían sentir las reacciones, quienes documentamos los hechos nos perdíamos entre el humo y la marea de mujeres, una de las manifestantes salió de la marcha con los ojos vendados y apoyada por Marabunta, quienes le pedían a su hija, no mayor de 8 años algunos datos para poderlas apoyar.
Al mismo tiempo que las mujeres reprochaban con gritos las acciones de los policías, eran grabadas desde adentro de la catedral, algo que no está permitido, pero que el Estado lo sigue usando para poder incriminar y espiar a mujeres que asisten a las marchas; la manifestación que por momentos pareció no tener percances con policías, culminó con muchas mujeres que se vaciaban coca-cola, agua bicarbonatada o solución pepto en la cara, ojos y boca, muchas se trataron de alejar, pero aun así el picor se extendió por toda la plancha.”
Testimonio
“ Llegué al zócalo aproximadamente a las 6 PM, me percaté que desde adentro de las vallas que ‘protegían’ la catedral habían elementos de la policía asegurándose que las vallas no fueran derribadas y nadie pudiera saltarse, todo esto con ayuda de gases de extintor a los cuales le ponían gas lacrimógeno o gas pimienta. En uno de los espacios que tenían en la valla para poder ver hacia afuera, nos lanzaban el gas directo en la cara, todo esto con la intención de lastimar a las manifestantes. Yo traía una lata de pintura, ante la impotencia de ver a mis hermanas llenas de gases, metí la mano para lanzarles el gas, pero tenían un tubo de metal que usaban para golpear a cualquiera que se asomara o metiera las manos por ese hueco. Con ese tubo me golpearon la muñeca.”
Testimonio y fotografía de Fabiola De La Rosa.
"Llevo algunos años registrando de forma puntual la marcha en conmemoración al 8M, en Ciudad de México. Mi registro ha tendido más hacia el “bloque negro”.
Tuve un punto de inflexión donde noté la constancia de mi registro, que para muchos solo contenía violencia, dejaba la impresión de que la marcha era así en su totalidad, “un acto violento”; no es así. La marcha del 8M no es solo esa radicalidad.
En 2023, decidí registrar otros ángulos, aportaciones y situaciones sucediendo a la par de estos actos del bloque negro.
Realizo registros a lo largo de la marcha, registro los diversos contingentes avanzando yo hacia el zócalo, éste año al entrar al cuadro del zócalo capitalino, tenía contemplado no dedicarle tanto tiempo al área donde se concentra el punto de choque, donde se da la mayor parte de actos radicales, lo que logré registrar, tomó muy poco tiempo.
Noté mucho menos concurrido ese punto, no habría mucha actividad en esa área, sin embargo era evidente que ya había habido encontronazos con la autoridad, con los grupos policiacos que se encuentran detrás de las vallas metálicas, suelen ser hasta 2 series de muros metálicos uno detrás de otro, de más de 2 metros de alto lo que separa a los asistentes a ese punto de choque, de los policías.
La poca afluencia en esa área me permitió hacer tomas sin mayor apuro; hasta que un reducido grupo radical, comenzó a golpear las vallas, haciendo ruido, el acto no incluía mayor amenaza para el grupo policial que portan equipamiento especial para cubrir su corporalidad en su totalidad.
El grupo policial detrás de los muros de metal respondieron de forma habitual: lanzar-activar extintores, el polvo lanzado siempre contiene gas pimienta a la par, entrar en contacto con estas sustancias, genera invariablemente un momento de confusión, la visión puede volverse casi nula, genera dolor, ardor en piel, en los ojos.
Suelo no utilizar ningún tipo de equipamiento de protección, para lograr recuperar un poco de visión y lograr regular la respiración, suelo alejarme del lugar. Es en éste “ir y venir” que descubro que se han atado cuerdas en los muros metálicos. Regulada mi respiración y con un poco de más visión, pude registrar cuando se encontraban usando esas cuerdas para jalar de forma conjunta.
Fueron pocos minutos los que se pudo efectuar esa acción, la respuesta por parte del agrupamiento policial detrás de los muros metálicos seguía siendo la misma pero con más constancia: lanzar-activar extintores y gas pimienta.
Parecía que comenzaba a generar el efecto deseado: derribar el muro, cuando inesperadamente, en la parte superior del muro metálico, se asomó un elemento policial sosteniendo un cuchillo, lo mostró, hizo notorio que lo portaba con firmeza y que su propósito era “cortar”, nuevamente, lanzaron-activaron extintores y mucho más gas pimienta, en medio de eso me mantuve en el lugar, se debilitó el trabajo en conjunto jalando esa cuerda, lo cual permitió que fuera cortada. Antes de dejar de ser visto, el elemento policial realizó una seña con el dedo medio, hizo algunos comentarios de burla que no pudieron sr escuchados en su totalidad, para después únicamente desaparecer detrás del muro."
Exigencias
1.- Desde el Observatorio Memoria y Libertad exigimos de manera energética el retiro de cuerpos policiales de manifestaciones y movilizaciones de mujeres. Nuestra documentación ha demostrado que estos cuerpos responden de manera violenta, ilegal, y desproporcionada a actos legítimos de protesta.
Contrario al discurso oficial a lo largo de la República mexicana que sostienen que los elementos policiales están presentes para cuidar a las manifestantes y a terceras personas; lo que hemos documentado prueba que la presencia policial tiene como fin el crear un ambiente hostil para todas las personas que ejercen su derecho a la protesta y contribuir a la criminalización de la misma.
Queremos sostener, que el que los cuerpos policiales están conformados por mujeres, o por supuestos entrenamientos/capacitaciones con perspectiva de género no cambia la actitud hostil, violenta, y de brutalidad en contra de las mujeres y niñas que toman las calles para exigir vidas libres de violencia.
2.- Nuestra propuesta es que los elementos policiales sean reemplazados por la presencia de cuerpos de paramédicos y psicólogos que puedan dar un acompañamiento a las manifestaciones a través de un enfoque de cuidado físico y emocional para las personas presentes.
3. Los recursos económicos utilizados para comprar materiales y herramientas que permiten reprimir los actos de protesta como lo son las vallas metálicas, los gases extintores y lacrimógenos, las herramientas de policiales como escudos y toletes, los salarios policiales, etc., deben ser invertidos en asegurar el bienestar de las mujeres. Son muchos los programas que no cuentan con un presupuesto necesario para atender las necesidades de las mujeres y sobre todo, de las mujeres e infantes víctimas de violencia, como lo son los refugios, albergues, centros de atención médica y psicológica, fiscalías especializadas, centros de educación y capacitación, guarderías, etc.
4.- Exigimos que el Gobierno de la Ciudad de México investigue el uso de gas lacrimógeno en contra de manifestantes, así como el cese del uso de gas extintor cuando no hay presencia de fuego. Exigimos también la investigación del robo de mochilas por parte de elementos policiales.
Finalmente expresamos nuestro apoyo, solidaridad, y respeto a todas las mujeres, adolescentes, jóvenes y niñas que ejercen su derecho a la protesta, en todas sus modalidades y formas. Dejamos en claro que, violencia no es pintar una pared, quebrar un vidrio, cerrar la calle; violencia es la que el Estado mexicano perpetra a través de su sistema y políticas de guerra, odio y muerte en contra de todas las mujeres mexicanas.
Agradecemos también a todas las periodistas, fotografas, colectivas, y artistas que han colaborado en este informe, su trabajo es resistencia.
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